The post

0 3

Crítica cine

(Por Julián Nassif) En tiempos donde la intervención de la prensa en las políticas es clara y declarada pareciera sospechoso recibir un film de las características de la última obra de Steven Spielberg . Las corporaciones que hoy en día llevan a los presidentes a sus puestos (y a ser electos) muchas veces suelen ser las mismas que son dueñas de los medios de comunicación. Mas allá aún, son pocos los conglomerados corporativos que engloban a las empresas de todo el mundo y ellos están regidos por cúpulas de aún menos integrantes.

Son las claras evidencias que se han demostrado, de manera explicita y de la implícita también, de la influencia (por que no la propia construcción) en la opinión pública de los medios de comunicación, por lo general unificados detrás de una corporación que desarrolla e instala la tan de moda posverdad según sus intereses económicos y políticos, las que en este film parecen intentar evitarse al buscar destacar una supuesta intención de tintes casi evangelistas por encontrar la verdad e iluminar al pueblo, “a los gobernados, no a los gobernantes” (The Post dixit), en una sucesión de secuencias románticas en las que Meryl Streep y Tom Hanks  pelean por quien interpretar el papel más estereotipado en escenas que parecen haber sido realizadas únicamente para el “videíto” que antecede las entregas de premios.

Redunda Spielberg en una etapa donde parece intentar contar la historia de su país con una mentirosa inocencia, poderosamente obvia y recalcitrante en la tan peligrosa hipocresía hollywoodense. Mostrar al periodismo como aquel hombre de la caverna que descubriendo el fuego iluminaba el camino de aquellos otros de forma ingenua y desinteresada es, definitivamente, una acción política.

Evidentemente el espectador medio quedará endulzado con aquel edulcorante cancerígeno que algunos sectores de la sociedad quieren instalarnos como simples casualidades. Aquel un poco más atento, sentirá el rigor de la caricaturización de algunos personajes claves de la política estadounidense y una doble moral temerosa que pareciera desprenderse del jinete de la tercera edad que tarde o temprano se derrumba por derecha.

Buenos Aires Sos

View all contributions by Buenos Aires Sos

Leave a reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *