Buenos Aires SOS

Está en la esquina de Independencia y Boedo, donde funcionó la Tienda Dell’Acqua. Tiene un célebre mural único en su tipo.

El barrio de Boedo cuenta entre sus calles con una obra de arte a cielo abierto. Basta alzar la cabeza para ver el mural de venecitas ubicado en la esquina suroeste de Independencia y Boedo, donde funcionó la histórica Tienda Dell’Acqua. Está allí desde hace casi un siglo. Los locales de su planta baja han cambiado de rubro a lo largo de las décadas, pero la alegoría grecorromana de carros y caballos continúa firme, tanto que se ha vuelto una estampa local, como el tango o el color azulgrana. Sin embargo, hasta el momento no hay una ley porteña que resguarde este emblema de forma integral.

Por su “valor identitario barrial”, el legislador porteño Hernán Rossi (SUMA+) presentó un proyecto de ley en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (Expediente 2664-D-2017) para darle a este inmueble protección “Estructural”. Hay alrededor de 800 edificios de “carácter singular y tipológico” con esta distinción. También se pide declararlo Lugar Histórico “por su vinculación con acontecimientos de destacado valor antropológico, social y cultural”. Hay catalogados cerca de 50.

El edificio, donde funcionó una de las tantas sucursales fundadas por Enrico Dell’Acqua (1851-1910) a principio del siglo pasado, tiene una sola planta. En el presente aloja varios locales, entre ellos una cantina y una despensa de golosinas. En la parte superior de la ochava se levanta un arco ornamentado de concreto cuyo frente luce el mural de venecitas. La ilustración muestra una deidad de rasgos grecorromanos. Se ve en primer plano a un hombre alado con una túnica violeta guiando dos caballos negros. Atrás hay una figura con ropa azul, sobre un carruaje marrón. La escena transcurre en un fondo de nubes celestes y amarillas. No esta firmado y en el extremo inferior derecho hay venecitas que forman la leyenda «Marca registrada»

La Comisión de Patrimonio del Consejo Consultivo Comunal 5 (Almagro y Boedo), una asamblea mensual de vecinos, y el Observatorio de Patrimonio de la Ciudad dan cuenta que este edificio está alcanzado solo por la ley porteña 3.056, llamada Anchorena, que cuida edificaciones anteriores a 1941. Ciudad afirma que esta “protección preventiva” alcanza a 140.000 inmuebles. No obstante, muchas edificaciones con esta antigüedad fueron derribadas por mala conservación, como rajaduras o paredes llenas de humedad, o porque registraban reformas posteriores que cambiaron el diseño original de sus fachadas.

“Por lo que proponemos proteger su invaluable valor histórico, que caracteriza con claridad la memoria colectiva de la comunidad y del barrio de Boedo”, enfatiza el proyecto de ley, que cita la ley porteña 1.227 que regula el Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (PCCABA), cuyo órgano de aplicación es el Ministerio de Cultura porteño. Con el pedido de protección estructural se pide modificar la Catalogación del Código de Planeamiento Urbano (CPU), lo que implica una ley de doble lectura con audiencia pública de por medio y la consulta a la Dirección General de Interpretación Urbanística (Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte).

Bajo este mural hay una talladura, antaño estaba pintada en oro, que dice “Sucursal Boedo”, ya que era el diseño estándar, repetido en otras tiendas. Aún se puede ver el nombre del arquitecto Enrico Macchi fijado en el muro. Además, la esquina solía tener por encima dos parantes que sostenían una parrilla eléctrica donde, con lamparitas, se armaba el nombre Dell’Acqua, lo que antaño era toda una novedad. La tienda vendía blanquería, luego agregó camisetas Victoria y ropa de confección. La tienda Dell’Acqua cerró en 1933. Luego se subdividió la esquina y abrieron varios locales, entre ellos la célebre heladería artesanal, Leoyak, que cerró este verano y dio lugar a una cadena del mismo rubro.

Según el Código de Planeamiento Urbano vigente, la esquina de Independencia y Boedo (denominación catastral 36-129-001A) figura como C3 I (Distrito Central Local). Es para las edificaciones frentistas en avenidas o zonas de gran congestión. En 2008 se protegieron varios edificios de la zona, como el Banco Nación ubicado en la esquina noreste. También hay resguardos a varias viviendas sobre avenida Boedo, entre San Ignacio y San Juan. Es más, existe una Área de Protección Histórica (APH) en la Esquina Homero Manzi, en San Juan y Boedo. Es la número 10, según el CPU.

“Presenté este proyecto porque creo que proteger el valor histórico de los símbolos barriales es muy importante”, concluyó Rossi para defender el resguardo de este mural ligado a la vida cultural de Boedo.