Buenos Aires SOS

Tras permanecer más de siete meses con las puertas cerradas para desarrollar su actividad, los centros culturales independientes de la Ciudad continúan sin encontrar un gesto paliativo por parte del Gobierno porteño para poder subsistir a la crisis económica, producto de la pandemia de coronavirus.

En ese marco, legisladores del Frente de Todos (FdT) presentaron un proyecto de ley para aprobar un “Programa de Protección y Asistencia Económica”, un paquete de medidas de auxilio que incluyen exenciones impositivas, créditos blandos y subsidios para que los centros culturales, salones de fiestas y gimnasios puedan cubrir los salarios y pagar las tarifas.

“Los centros culturales fueron los primeros que cerraron y van a ser los últimos en abrir y cada día que pasa cierra uno”, señala Gonzalo Iñíguez, secretario de Cultura del Movimiento Evita Capital, y agrega: “El Gobierno de la Ciudad no da soluciones. Lo único que implementó fue el Fondo Metropolitano (de la Cultura, las Artes y las Ciencias), que llegó tarde y, además, todavía no lo pagaron”.

Entre las medidas que propone la iniciativa se encuentra una exención del pago del impuesto a los Ingresos Brutos y el ABL, mientras dure la actual emergencia, y se condona la deuda generada desde que se inició la emergencia económica.

“Solicitamos al Gobierno de la Ciudad que declare la emergencia cultural, para que se entienda el nivel de informalidad que tiene el sector. Muchos artistas no tienen otro ingreso y no pueden acceder a programas como el IFE o el ATP”, explica Iníguez.

El proyecto ingresado por los legisladores de la oposición a la Legislatura porteña además plantea que se establezca un subsidio por seis meses sobre el 50% sobre la facturación total en el pago de las tarifas de agua, gas y electricidad que correspondan al uso de sus instalaciones.

El texto también plantea la creación de una línea de crédito a tasa cero, cuyo monto dependerá de la categoría en la que el beneficiario se encuentre inscripto en MiPyMEs, como autónomo y/o monotributista, que tendrá un monto máximo de 300 mil pesos, que se podrá devolver con un periodo de gracia de seis meses y en 24 cuotas fijas sin interés.

Por otra parte, el proyecto prevé que el Gobierno porteño disponga un subsidio mensual por un importe que no sea inferior a cuatro sueldos básicos vital y móvil, por un periodo de ocho meses pagaderos.

“Entendemos la situación de la pandemia. Pero si no nos habilitan a abrir con capacidad limitada, como pasó con los bares, sumado al abandono estatal, el sector corre peligro de morirse”, advierte el dirigente del Movimiento Evita.