LA BASURA EN SU LUGAR

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Buenos Aires SOS.- 7 de junio de 2011.- (Por Juan Chaneton).- Ponga la basura en su lugar decían los milicos a través de un eslogan repetido hasta el hartazgo por “periodistas” de la estofa de Kasanzew, Gómez Fuentes, Hugo Ezequiel Lezama o “Chiche” Gelblung, este último el impresentable de hoy y apologista del terrorismo de Estado ayer y sigue en la tevé no se sabe por qué pregunta qué pasó el 24 de marzo y persiste en un lenguaje banalizador del mal con lo cual pavimenta el retorno de los brujos  y el sueño de la razón produce monstruos de modo que este rústico semita que fatiga las buenas conciencias por la onda del canal merda no convocará sino a los brujos de Pauwels ya que para invocar al diablo como hacía Fausto y para que Mefistófeles se corporice desde las cenizas y el azufre la razón tiene que soñar, hay que cultivar la razón, las facultades intelectivas, pensar los objetos reflexivos y no meramente los empíricos, pensar en sirenas y unicornios y todo esto, es decir, el cultivo de la razón no es tarea a la que Gelblung pueda acceder. Él solo habla comiéndose las eses como Moyano pero la clase media no lo odia -como al Negro Moyano- y porque no sabe, el Gelblung este, de razón ni de facultades cognitivas jamás podría su sueño producir monstruos sino módicos Pierrot o bufones ya  que eso y sólo eso promete y cumple su módico intelecto, es así, y la basura en su  lugar.
Pero la basura aquella que los milicos pretendían poner en su lugar sin saber que treinta años más tarde verían cumplido su designio  ya que están siendo puestos en su lugar por una justicia lenta pero que poco a poco va haciendo su trabajo, hoy se transfigura en basura común y corriente, en basura cosificada, no es basura humana como  los milicos de antaño y como los periodistas que los aplaudían y que silenciaban sus crímenes sino que es basura, desperdicio, mugre, detritus, restos de materia en desuso y en descomposición, retazos que hieden a orín, desechos desparramados en veredas y calles y en baldíos y bajo los pórticos de alguna iglesia o edificio público y esa basura no está en su lugar porque no hay políticas para tratamiento de esos efluentes líquidos y sólidos que emigran de los cuerpos en forma  de inmundicia humana en lucha contra la tierra.
Inseguridad cero ha sido, hasta hoy, más importante que basura cero y así estamos: matando niños y con el bolo alimenticio deglutido y vomitado sobre los adoquines a la manera de pomposa guirnalda que suscita arcadas de un asco infinito cuando uno inadvertidamente pisa la guirnalda en su loca carrera cotidiana  hacia el trabajo, hacia el mercado, hacia la plaza a leer el diario o hacia la señora madre que parió a los que tienen que delinear políticas sanitarias eficaces y no lo hacen y por eso la basura no está en su lugar como sí lo empiezan a estar ahora los milicos volver a matar desafiaba el frustrado almirante Astiz  mostrando a los jueces y al público la tapa de un libro de otro ideólogo del genocidio llamado “el tata Yofre” el primo de la Ratita esta sí con mayúsculas porque honra a una familia deshonrada a una familia que necesita de algún prócer en su prosapia y la Ratita lo fue a tiempo completo incluso en la tortura que no cantó ni pío y su primito escribiendo truchadas de servicio de quinta para que el cagón que se rindió en la Georgias (Astiz)  desafíe a no se sabe quién, la Ratita montonera no cantó ni pío en la tortura cuando la basura estaba en su lugar, es decir, en los sótanos de la dictadura picaneando con alevosía y nunca mejor utilizado  que aquí ese término leguleyo ya que la alevosía  consiste en colocar a la víctima en estado de indefensión para después matarla o infligirle sufrimiento eso es alevosía y no ensañarse con la víctima como cree el “doctor” Feinman, el periodiosta que aparece junto al gordo Doman por tevé se habrá recibido en Lamela este Feinman…
Y vuelta el tema de la basura… Qué hacer con la basura, datisdecuestion no lo sabe nadie aquí en la Ciudad de Buenos Aires y a lo único que se  atina es a tirársela a los pobres del Conurbano que no la quieren pero se joden con infinita paciencia en el marco de los “acuerdos” que Scioli firma sin chistar con la única condición de que no se la tiren cerca de donde él vive lo cual es imposible ya que la provincia de Buenos Aires es ancha, larga, extensa y las estancias escondidas por estos políticos preocupados por la salud del pueblo están ahí, escondidas en medio de las ubérrimas pampas henchidas de luz y color y con mil distintos tonos  de verde… y de amarillo y de azul (el color de los campos de lino) etcétera.
Educación y cultura, por ahí pasa un poco del problema. Presupuesto, otro poco. Voluntad política para encarar el reciclado y la separación de lo corruptible de lo que no lo es. Y la prohibición a la coca Cola y sus hermanas de que embotellen en plástico. Pero esto último, ¿quién tiene los huevos para hacerlo? ¿Quién le pone el cascabel al gato? Kirchner lo hizo con la Corte y con la basura terrorista, a la que puso en su lugar, pero… ¿y con esta?; qué se hace con esta basura?

Los convenios entre la Ciudad y la Provincia se erigen en actores privilegiados del drama. El otro actor es el CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado).
Este emporio de la burocracia  muy apto para conchabar amigos a los que no se les encuentra ocupación en otros espacios de la administración pública, cuenta con cuatro centros de derivación: Villa Domínico, que se encuentra en la etapa de cierre; Norte III, donde actualmente se están enviando los residuos de la Ciudad;  González Catán que recibe RSU (Residuos Sólidos Unificados) generados en la Zona Oeste del Área Metropolitana de Buenos Aires; y Ensenada, que atiende los municipios de La Plata,  Berisso y Ensenada.
Un dato: el relleno sanitario Norte III  recibe aproximadamente 4000 toneladas diarias de basura lo cual  representa una circulación de 1000 camiones por día. Además, cuenta con una planta de compostaje con una capacidad de 600 toneladas diarias. Esto de “compostaje” es parte de una jerga que adoptan todos los que se especializan en algo  para dejar afuera a los que no son parte del asunto de modo que parezca que se dedican a algo importante y como  decía mi abuela si habla y no le entendés seguro que te está… perjudicando digamos. Y bien, decíamos que compostaje es el proceso de descomposición de la basura de modo que se transforme en humus o en algo útil para ser reutilizado, en el caso del humus, como abono, por cierto. Y el compostaje, encima, puede tener lugar mediante exposición de la basura al aire (compostaje aeróbico) o sin una gota de oxígeno (anaeróbico). ¿Qué tal?
Donde viven los ricos hay más basura y esta es una afirmación exenta por completo de connotación ideológica. Los ricos comen, se visten, se divierten, beben, consumen cocaína… e la nave va.
Donde hay pobres también hay basura pero es basura traída desde “el centro”, no es basura producida por los propios pobres ya que éstos, se sabe, comen menos y hacen todo de manera minimalista y, por ende, no emiten detritus en la medida y cantidad en que lo hacen las clases consumistas.
Y los cartoneros. Éstos, con su industria nacida de la cruda necesidad y de la crisis del 2000 en adelante, introdujeron el fenómeno de la recolección informal lo cual mejoró mucho la higiene de la ciudad ya que, reptando en medio de las oscuras noches sin luna, esos hombres, mujeres y niños de piel cetrina o terrosa u oscura limpiaban (limpian todavía),  día a día, las porquerías que supuran de los edificios de propiedad horizontal y, al otro día… la basura no está, la basura en su lugar, como querían Videla y Mariano Grondona.

El 25 de septiembre de 2009 Greenpeace criticó los convenios entre la Ciudad y la Provincia. ¿Quién es Greenpeace para criticar? Nadie. Pero igual criticó. Greenpeace quiere salvaguardas el planeta de la destrucción para que sus recursos naturales puedan, algún día, servir a “los mejores” de la humanidad, esto es, a la élite anglosajona. De modo que no es demasiado importante lo que digan estos gringos camuflados de verde.
El policarbonato que constituye la materia prima de los envases de gaseosas no se degrada sino al cabo de un millón de años. Con las pilas pasa lo mismo. Mientras tanto, esa materia contamina. Fluye veneno hacia la superficie y hacia abajo, hacia la napa.
Greenpeace no dijo nada del policarbonato (la Coca y la Pepsi financian a la benemérita institución),  pero le pareció mal que la Ciudad enviara diez toneladas de pilas al Conurbano. A nosotros nos parece muy mal que la CIA haya perpetrado el atentado a las torres gemelas y que el FBI “encamara” a Strauss Kahn. Deberíamos fundar una “oenegé” imparcial, objetiva y altruista para ir allí donde los EE.UU. estén perpetrando algún crimen y, una vez en el teatro de operaciones, oponernos enérgicamente. Todavía no lo hemos hecho. Greenpeace sí lo hace. Tienen dólares para recorrer el mundo y no perdonan ni al partido de Quilmes.
El personal del CEAMSE, aquella vez, fue al paro por el vaciamiento del organismo, para evitar su lenta agonía y, como tercer punto, en contra de los salarios que cobran hijos y entenados del poder que son unos perfectos inútiles que siempre han vivido de la teta del Estado y que recalan en el CEAMSE en puestos gerenciales.
Transcurrieron más o menos 48 horas desde la declaración del paro y éste se arregló.
Para que los funcionarios entraran en razones fue suficiente que  la ciudad y varios municipios aledaños quedaran semicubiertos por una densa acumulación de residuos, con el riesgo sanitario que esa irregularidad acarrea. Parecía aquella vez en que el generoso  filántropo Biolcatti y su semejante Llambías mandaron incendiar campos para que el humo anegara la Capital Federal a ver si así desestabilizamos “a la yegua”, che, que la patria se hizo a caballo…
En Capital y Conurbano viven 14 millones de personas. El problema tiene solución si Macri y Scioli no durmieran más que cuatro horas al día junto a sus respectivos gabinetes y se abocaran a la consecución de fondos para concretar lo que ya debería estar delineado: un pan maestro para solucionar, de por vida, el problema de la basura. Este plan maestro debe incluir, claro está, que en vez de 14 millones, aquí seamos sólo cinco o seis. El resto, al interior. A las nuevas fuentes de trabajo que… brillan por su ausencia. Quien escribe estas líneas se anota para viajar a vivir en Salta, Tucumán o cualquier lugar que no sea la Patagonia, en la cual nació, a la que conoce muy bien y que se la regala a quien así la quiera aceptar.
Cinco mi toneladas de desperdicios produce la Capital y esos desperdicios van al Conurbano. Entre las políticas tontuelas que se implementan para enfrentar la catástrofe ocupa un lugar de privilegio  toda suerte de folletería y de consejos vertidos vía Internet por los gobiernos que apelan a la razón del vecino que es como apelar a la razón de mi perro, con el perdón de mi perro.

Las estupideces más en boga son la siguientes:
La ley de las tres R.  Las tres «R» de la ecología son:
Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Reduce…Todo aquello que compras y consumes tiene una relación directa con lo que tiras. Por ello, consume racionalmente y evita el derroche.
Sigue estas recomendaciones para dar un respiro a nuestro planeta:
Elige los productos con menos envoltorios

Reduce el uso de productos tóxicos y contaminantes
Lleva a la compra una bolsa de tela o el carrito
Disminuye el uso de papel de aluminio
Limita el consumo de productos de usar y tirar
Reduce el consumo de energía y agua
Cuando vayas a la compra intenta reflexionar: ¿es realmente necesario?, ¿es o no desechable?, ¿se puede reutilizar, rellenar, retornar o reciclar…?

No seguimos consignando pavadas como la antedicha para no fatigar al ya fatigado lector. Sólo decimos que, con que sólo una persona de cada mil cumpla con lo antedicho… no se habrá conseguido nada. Pero el punto es que los que pergeñan estas campañas lo saben. Saben que no sirven para nada pero las hacen porque si yo digo que hay una guerra tengo que mostrar muertos porque si no me quitan el presupuesto y, de igual modo, si yo digo que estoy trabajando contra la contaminación y que por ese trabajo cobro veinte mil pesos mensuales y de allí para abajo toda una “pléyade” de vagos y malentretenidos también cobran lo suyo y si todos dicen que cobran para hacer lo que dicen que hacen deben, entonces, mostrar algo. Y un folleto no está mal… La gilada después lo sube a facebook y todo marcha como debe ser…

Síntesis: el problema de la basura no es el problema de la basura, es el problema del país, de su estructura, de su falta de viviendas, de su pobreza y miseria, de sus villas, de su desempleo crónico, de su falta de fuentes de trabajo y del interior despoblado y del Goliat cabezón recostado junto al río inmóvil, barroso, color de león y … contaminado, mientras que su cuerpo raquítico, enflaquecido, casi tísico, se extiende, ahíto de necesidad y de carencia, hacia un interior vacío y siempre apto para disparar la tentación imperial de comprar tierras a precio vil, lo que está ocurriendo ahora sin que la oposición que ayer se llamaba “grupo a” se digne poner el traste en las poltronas del congreso para sancionar la legislación que debería poner fin al robo de nuestros recursos por parte de ingleses, yanquis e italianos con plata malhabida (todo el dinero que circula en el capitalismo es ilegal) en sus bolsillos y/o cuentas bancarias.

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