El temporal rompió la escultura Floralis Genérica

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La tradicional escultura, donada en 2002 por el arquitecto Esteban Catalano, amaneció con serios destrozos ocasionados por las fuertes ráfagas que azotaron a la ciudad.

A pocos días de que se hubiera reparado el sistema mecánico que permite abrir su pétalos, Floralis Genérica, la escultura de una flor metálica situada en el barrio porteño de Palermo, sufrió serios daños durante el fuerte temporal que azotó a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano durante la madrugada del domingo.

La escultura está situada en la Plaza de las Naciones Unidas, sobre Avenida Figueroa Alcorta, entre la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y los estudios de la TV Pública. Fue obsequiada a la ciudad en 2002 por el arquitecto argentino Eduardo Catalano.

Floralis Genérica representa una gran flor realizada en acero inoxidable, con esqueleto de aluminio y hormigón armado. Cuenta con un sistema hidromecánico, comandado por un sistema eléctrico, que abre y cierra automáticamente sus seis pétalos de acero inoxidable y aluminio dependiendo de la hora del día.

Este mecanismo, sin embargo, presentó varias fallas desde el inicio y estuvo sin funcionar durante varios años. En las últimas semanas se reparó el sistema que permite abrir sus pétalos, aunque únicamente de forma manual, no automatizada como estaba previsto en un principio.

Pese a la inversión, la escultura, de 18 toneladas de peso y 24 metros de alto, amaneció con uno de sus pétalos caídos debido al fuerte temporal que sacudió al Área Metropolitana de Buenos Aires durante la madrugada del domingo.

 

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