Buenos Aires SOS

A partir de este lunes volverá el deporte individual al aire libre. «Abrirán los hoteles pero no para turismo», adelantó el Jefe de Gobierno porteño. También se intentarán habilitar los comercios de las zonas más transitadas y se preparan protocolos para la vuelta a las escuelas de chicos sin conectividad.

«En estas próximas dos semanas vamos a consolidar todas las actividades que tenemos funcionando en la Ciudad y ampliaremos otras», indicó el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para la etapa del aislamiento social preventivo y obligatorio que correrá hasta el 30 de agosto. En ese sentido, Larreta precisó que se presentarán protocolos para la apertura de escuelas para los chicos que no tienen conectividad, los comercios que aún no abrieron sus puertas, para el sector hotelero sin fines turísticos y los deportes individuales.

«Nuestra actitud es poder abrir actividades, recuperando las libertades que se vieron restringidas en todo el mundo, pero sabiendo que convivimos con el virus. En la Ciudad tenemos los contagios estabilizados, pero en un nivel alto, tenemos que tener mucho cuidado», reconoció el jefe de gobierno porteño y subrayó su «confianza en los vecinos y vecinas porteñas» sobre el cumplimiento de los protocolos.

Larreta sostuvo que durante los meses de cuarentena el 90 % de los estudiantes porteños estuvieron en contacto con su escuela, pero unos «5100 por su situación familiar y socioeconómica no pudieron mantener vínculo» . El jefe de gobierno indicó que se trabajará en protocolos, en conjunto con el gobierno nacional, para poder «ir a buscarlos uno a uno a sus casas y volver a vincularlos con sus escuelas».  

En ese sentido, adelantó que se abrirán las escuelas para aquellos que tengan problemas de conectividad, con turnos para mantener la distancia física. Y adelantó que, en los próximos días, se hará una presentación conjunta entre la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y su par nacional, Nicolás Trotta.  «Esto es muy importante para las familias, especialmente para las madres, que han venido cumpliendo el rol de acompañamiento que los chicos requieren», reconoció.

Por otro lado, Larreta señaló que ajustado al plan integral que desarrolla la Ciudad, que  permitió «cumplir con protocolos estrictos acordados con cada sector, el cumplimiento por parte de los vecinos y vecinas; y la estrategia sanitaria de detección temprana», se continuará con la apertura de más actividades. 

Anunció la apertura de actividades profesionales individuales que hasta el momento no estaban habilitadas –como era el caso de contadores y abogados–, la creación de protocolos para la reapertura de hoteles sin fines turísticos, con el objetivo de reanudar la actividad para alojar viajes de trabajo y estadías por tratamientos de salud. Y, por último, la reapertura de los clubes para deportes individuales sin habilitar los espacios comunes como confiterías y vestuarios.  

«El control para las nuevas actividades deportivas recaerá en los clubes, que deberán respetar los protocolos que tengan para los deportes individuales y al aire libre», puntualizó el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, y agregó que también serán habilitados el Autódromo y el Hipódromo de la Ciudad de Buenos Aires no para la competencia sino para el entrenamiento.

Por último, el gobierno porteño confirmó que continuará con la apertura de locales comerciales en los centros de trasbordo –como Constitución o Retiro— y centros neurálgicos como la calle Avellaneda, pero aún restan definir algunas particularidades en los protocolos por lo que continuarán las reuniones con Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Fecoba) y autoridades nacionales.

Ante la consulta de qué ocurrirá con los vendedores ambulantes, que desde hace meses reclaman por su crítica situación económica tras meses de aislamiento, los funcionarios porteños respondieron con la política que mantienen para ese sector : «Se trabajó para que no puedan ocupar el espacio público en el barrio de Once». La imposibilidad de salir a vender en las calles impacta directamente a los sectores más vulnerables, entre ellos, la colectividad inmigrante.