Diez años del Distrito tecnológico en CABA, en clave PRO

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(Por Alfredo Moreno) A más de 10 años del distrito tecnológico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el clúster de empresas de Tecnologías de Informática y Comunicación (TIC) que prometían crecimiento de trabajo de fuerte valor agregado solo han logrado fuertes ventajas impositivas y disponer habilidades profesionales en formato Sojware para las corporaciones que han montado sus operaciones regionales en el barrio de Parque de los Patricios,en el sur de nuestra ciudad. Nuevamente el concepto “del derrame” solo orientó el flujo a las ganancias y beneficios a las empresas favorecidas por las políticas del gobierno de Cambiemos en la ciudad.

La sede del gobierno porteño de Parque Patricios, con su mezcla de hormigón armado y frente vidriado, acaso sea el símbolo por excelencia del Distrito Tecnológico: un área obrera con espíritu Silicon Valley para la radicación de empresas y un fuerte negocio inmobiliario, lejos del desarrollo de talentos para la producción de servicios y productos en el contexto de la nueva redefinición del mundo digital.

El propósito declarado del polo tecnológico fue fomentar la industria de las TIC por medio de incentivos impositivos. Hoy, el distrito cuenta con más de 300 empresas que se instalaron en alguna de sus 200 hectáreas de extensión y accedieron a los beneficios previstos en la ley como la exención o diferimiento del pago a los Ingresos Brutos(del cinco al siete por ciento según el tamaño de la empresa) y el impuesto a los sellos. Además, no pagan otros tributos locales como ABL o derechos de delineación y construcciones.

Empresas como Despegar, Lagash, Tata, Atos, Exo y Deloitte, ocupan parte de las 15 manzanas han logrado a muy bajo costo instalar sus operaciones regionales con poca incidencia en el crecimiento de la demanda laboral en el sur de la ciudad.

Pablo Saubidet, cofundador y presidente de IPlan, una empresa de telecomunicaciones local, llegó a fines de 2012 para inaugurar Ringo, el Data Center para socios corporativos.

“Los factores principales a la hora de decidir la radicación fueron el beneficio económico de las exenciones impositivas y la posibilidad de acceder a un precio accesible al terreno de gran tamaño que necesitábamos”. Ubicado sobre la calle Los Patos, a cuatro cuadras del Centro Cívico porteño y a menos de 200 metros de la plaza de Parque Patricios, el Data Center es uno de los orgullos de la empresa, que tiene entre sus principales socios a Cisco, Microsoft y Google.

“Lo cierto es que no nos hubiésemos mudado de no haber estado convencidos de que en el largo plazo se lograrían los objetivos buscados por el gobierno de la Ciudad para la zona”, rememora el presidente de IPlan.

La empresa CTL, referente en el área de soporte técnico y outsourcing de IT(léase Sojware), se mudó a Parque Patricios en febrero de 2016. Su presidente, Juan Guido Camaño sostiene “El desafío, consiste en precisar la propuesta del distrito y competir por una mayor participación en el mercado global”.

En mayo de 2017, Accenture se convirtió en una de las últimas grandes empresas en radicarse. La compañía de origen irlandés, dedicada a prestar servicios de consultoría, tecnología y contratación de personal, se mudará a un edificio de 17.000 metros cuadrados. Se trata de una inversión de US$ 70 millones para sostener la operatoria mundial y beneficiarse del modelo Sojware. “El ecosistema de talento que genera el distrito es muy promisorio para los próximos años. Será una verdadera usina”, asegura el presidente de la empresa en la Argentina, Sergio Kaufman.

“El proyecto de Huawei en el Distrito, por ahora, es más modesto: se trata de 1.000 metros cuadrados en el Edificio Tesla II, ubicado en Caseros al 3000. En principio trabajarán allí unas 50 personas. En esta propiedad se ubicarán, también, las nuevas oficinas de Mercado Libre.Esta decisión estratégica se enmarca en el compromiso de la empresa de seguir invirtiendo en la Argentina, como hacemos desde ya hace más de 15 años”, dice Xinju, que en octubre estuvo en la Casa Rosada.

El gobierno de la Ciudad priorizó una fuerte inversión inicial para lograr la puesta en valor del distrito tecnológico y los beneficios para las empresas. En 2009  estimaron en US$ 200 millones, este número va cambiando cada año; a la fecha 2019 el número actual no se conoce. Tampoco se conoce la creación de nuevos puestos de trabajo.

Los beneficios impositivos y un área revalorizada no alcanzan para generar un polo tecnológico que desarrolle el mercado laboral y el bienestar urbano para los vecinos que habitan estas zonas. No alcanza tener un modelo de marketing y realizar charlas sobre el Bitcoin o Blockchain, Internet de las Cosas, Cyber seguridad entre otras, conferencias de plena cultura neoliberal tomando el modelo Silicon Valley o SIlicon Docks.

La integración de universidades privadas como ITBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aireas), CAECE (Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas), sin ningún anclaje en los antecedentes tecnológicos de la ciudad y la memoria tecnológica de las universidades públicas que la habitan.

Sólo han producido una zona de fuerte desigualdad social y con varios “espejitos de colores” con fuertes luces de neón que ciegan algunas miradas. El derrame esperado por Juan Seco director de distritos económicos no se produjo. Si una vez más los únicos ganadores con las grandes empresas. Un modelo que necesita un cambio de proyecto político para la ciudad.

Un dato relevante es que muchas de las empresas cuya base tecnológica es el desarrollo de productos basados en software, estaban alcanzadas por la ley de promoción de la industria del Software sancionada en el año 2004 que da beneficios impositivos similares a escala nacional y que a pedido de las cámaras del sector sigue vigente.

Para el director de polos económicos del gobierno de Cambiemos Juan Seco “los planes del gobierno porteño son más ambiciosos. La etapa de llenar el distrito de gente ya habrá terminado en 2018. El próximo paso es que las empresas vean el atractivo del distrito por su capacidad para la polinización cruzada de negocios y talento”.

Esta transferencia tiene mucho de negocios inmobiliarios y poco de talento como resultado de estos 10 años. En los límites del distrito tecnológico duerme el barrio olvidado.

SOJWARE

¿Valor agregado o líneas de código sojera?

La cotización en permanente alza del dólar alteró los pronósticos para el sector del software argentino. Se trata de una industria integrada por unas 5.000 empresas, en su mayoría (el 73%) con menos de 10 trabajadores y altamente globalizadas. Apenas el 2% son consideradas “grandes”, con más de 200 empleados, entre las que sobresalen IBM, Accenture, Globant, Grupo Assa, Baufest y Neoris con amplio desarrollo global de capital extranjero.

La corrida cambiaria local posiciona al sector software como el cuarto rubro exportador del país, detrás del complejo agropecuario, el sector automotor y la minería.

El software evoluciona constantemente y recalienta la demanda de profesionales y expertos dentro y fuera del país, lo que repercute en los salarios y la necesidad de contar con profesionales para satisfacer la demanda.

La mano de obra está virtualmente globalizada; de Tandil, Córdoba, Mendoza o Rosario a California, Londres, París o Berlín, todos estamos trabajando en la red Internet. En este contexto el desarrollo de producto solo necesita conectividad y profesionales que formalicen en líneas de código (lenguajes de programación) las aplicaciones (APP) que implementan los algoritmos que conforman el producto basado en software.

El riesgo del encuentro de la suba del dólar y la discontinuidad de políticas públicas para la promoción del sector y tasas crediticias inalcanzables para PyMES dejan a los grandes la concentración del sector.

El desarrollo global que impulsará a las empresas globales con asiento local a volcar los esfuerzos a la programación básica y sin valor agregado, insumiendo talento formado como mano de obra barata en términos internacionales, es decir pasar de exportar productos de software a exportar líneas de código el “Sojware”.

La empresa alemana SAP, centraliza en el país el 30% de la facturación global. Leandro Estanga director de Operaciones. “SAP reforzó su plan de inversiones y ya reclutamos este 2018 100 personas, destinados principalmente a ofrecer servicios al exterior. Una devaluación deja ganadores y perdedores. Y es posible que pueda generarse un recalentamiento de la demanda de talento”. SAP hace consultoría y es la mayor desarrolladora de software de Europa.

El software es un intangible valioso y que se exporta por dos vías. Por un lado, están los productos y servicios asociados que se ofrecen como cualquier mercadería. Pero también se considera —y se computa como exportación— los llamados Centros de Servicios Compartidos de las multinacionales, como Accenture. La compañía tiene 411.000 empleados distribuidos en 120 países. Pero toda la gestión de Recursos Humanos se maneja desde la Argentina.

La exportación de líneas de código, el outsourcing, es la especialidad de muchos países de Europa del Este, Vietnam y sobre todo la India, con abundancia de personal técnico a disposición. A esa actividad se la define como “sojware”, y consiste en vender horas de programación a bajo costo, las horas de profesionales del software son la materia de prima de la industria. La hora de programación de “sojware” cotiza a nivel global entre 18 y US$33. Para un desarrollo más elaborado para el sector bancario, telecomunicaciones, agro, comercio electrónico y entretenimiento, el valor hora sube a US$60.

En una economía global cada vez más fundada en la información y el conocimiento, con fuerte impacto cultural en la vida cotidiana, el software es una herramienta decisiva para el tratamiento de los datos y la producción de información. Incorpora tecnologías y soluciones para los tipos de problemas más variados en los sectores industriales, salud, educación, audiovisuales, etc.

La relación entre el Estado y el sector del Software y Servicios Informáticos (SSI) durante el período 2004 – 2015 estuvo signado por las políticas públicas implementadas orientadas al desarrollo productivo e industrial del sector.

Las consecuencias de estas políticas públicas, son el significativo crecimiento del sector evidenciado por la cantidad de empresas que surgieron y permanecieron activas: entre 2006 y 2015 (último dato actualizado por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial del Ministerio de Trabajo) el número de empresas creció casi un 50%. Se consideran empresas del sector Software y Servicios Informáticos a aquellas organizaciones privadas con trabajadores activos en relación de dependencia y que hayan definido su actividad principal ante la AFIP como “Actividades de Informática”.

Memoria Tecnológica

En 1970 FATE División Electrónica, una empresa privada nacional, desarrolló y comercializó calculadoras electrónicas. Desplazó del mercado argentino a la italiana Olivetti.Microsistemas le disputaría al gigante estadounidense IBM el mercado argentino de las computadoras grabo verificadoras. Se lograron hacer transmisiones a través de ARPAC, la red digital de ENTEL, para sincronizar la información de las sucursales durante la noche. El éxito de la MS101 llevó al desarrollo de modelos más avanzados, como la MS104. Microsistemas fue elaborando cada vez menos software propio e incorporando copias «pirateadas» de programas importados como Basic y Cobol, a los que les traducía los manuales, les agregaba la sigla «MS» y posteriormente comercializaba.

FateElectróncia, a partir de contratar una importante cantidad de científicos provenientes de la Universidad de Buenos Aires, alcanzó un grado de desarrollo de vanguardia a nivel mundial. Los investigadores eran los mejores especialistas del país en las áreas de computación, semiconductores, control de procesos, microelectrónica, estados sólidos. Diseñó, desarrolló y fabricó productos electrónicos de avanzada con su propia marca: CIFRA.Entre 1972 y 1975 llegó a exportar hasta el 30% de su producción a todo Latinoamérica y dos países de Europa.

En 1974 se lanzó comercialmente una microcomputadora denominada Sistema 75. El desarrollo más ambicioso fue la computadora de la serie 1000 que competía con el mainframe IBM 370.La División Electrónica fue una apuesta fuerte y atrevida, encaró la producción escalonada de calculadoras de escritorio y de mano, sistemas contables y finalmente, una computadora argentina, la Cifra 1000. Todos con componentes mayoritariamente nacionales.

En 1978 la planta de Fate Electrónica pasó a ser la filial argentina de NipponElectronics Company, NEC, dónde comenzaron a ensamblarse productos de la marca japonesa.

1980, se implementa la Red Argentina de Tele conmutación de Paquetes. ENTel había adquirido los equipos y tecnología TESYS que ya estaban prestando servicio en la Red de Conmutación de Paquetes de España IBERPAC.

La implementación en Argentina se pasó a llamar ARPAC, red de conmutación de paquetes de datos mediante protocolo X25/ X28.Fate Electrónica ya disponía de una línea X.25 operativa conectada a una computadora HP-9000 que permitía establecer conexiones vía ARPAC, hacer seguimiento de los paquetes y aprender más en detalle como interactuaban todos los protocolos asociados con X.25.Comienza a funcionar la red académica RAN y la red CONICET con protocolos X25 / X28.

Internet en 1984, el dominio ar y subdominios edu, gov y com es gestionado por cancillería de la nación para salida internacional de internet. 2000, Educ.ar primer portal con contenidos desarrollados por expertos del Ministerio de Educación. Se activa Clementina II primer supercomputadora para aplicaciones científicas tecnológicas.

2004, el gobierno de Néstor Kirchner decide quitar la licencia a Nahuelsat para operar la posición orbital de 81 grados oeste. Asimismo, presentó el proyecto para la creación de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (AR-SAT) aprobada en 2006.

2010, Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada. La planificación e implementación más seria realizada en Argentina sobre el desarrollo de infraestructura en telecomunicaciones a cargo del Estado Nacional desde la privatización en ENTEL a manos de Telefónica y Telecom.

Conectar Igualdad, 5 millones de netbooks, capacitación docente y desarrollo de aplicaciones para educación. 2014, ARSAT-1 satélite argentino desarrollado por INVAP es orbitado para dar servicios de comunicaciones satelitales para televisión e internet con pisada en Argentina y países limítrofes. 2015, ARSAT-2 satélite argentino desarrollado por INVAP es orbitado para dar servicios de comunicaciones satelitales para televisión e internet con pisada en Argentina y américa del norte y del sur.

La industria del software ha creado desde el 2004 trabajo en cantidad y calidad: 9 de cada 10 trabajadores registrados, y el salario es 38% superior a la media de la economía argentina

Dos modelos

El distrito tecnológico de CABA necesita de políticas públicas para definir áreas estratégicas y de especialización para el desarrollo  en materia de Software.

Hasta hoy solo fueron políticas para negocios inmobiliarios y mudanzas públicas y privadas. Las políticas de gobierno de la ciudad van en sentido contrario al desarrollo de polos tecnológico con inclusión cultural, urbanas y laboral.

Sectores como el Aeroespacial, Nuclear, Seguridad y Defensa, Agroindustria, Salud, Educación, Cultura y Medio Ambiente, Contenidos Dinámicos Audiovisual, Servicios de Valor Agregado basado en tecnologías de red y procesamiento.

Dispositivos para internet de las cosas IoT, interfaces de programación de aplicaciones, inteligencia artificial AI, y Ciencia de datos, son áreas con gran potencial, que además de alinearse con la industria combinan las fortalezas de nuestras empresas TIC.

EnAgrotech la especialización va desde inteligencia artificial aplicada a visión computarizada para clasificación de frutas hasta ERP. Este sector consume ciencia de datos y técnicas de machine learningpara estudios meteorológicos hasta fertirrigación inteligente y desde trazabilidad hasta e-commerce.

La bioinformática es otra de las ramas que requiere alta especialización y que son gran interés agropecuario, ya que es crítica para la investigación biológica de frontera, para el mejoramiento genético, la conservación de biodiversidad y la adaptación al cambio climático.

Es posible cambiar el rumbo. Tenemos memoria y capacidad tecnológicas demostradas. Al Triángulo de Sábato, un modelo de política científico-tecnológica que postula un sistema científico-tecnológico es basado en el Estado, la infraestructura científico-tecnológica y el sector productivo y comercial, estén relacionados fuertemente de manera permanente.

( * ) Alfredo Moreno, Computador Científico, Profesor TIC en UNM

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