Se completó la restauración de la Floralis Genérica en Recoleta
— 8 diciembre, 2025 0 4
Recoleta volvió a mostrar la imagen completa de uno de sus mayores íconos urbanos: la Floralis Genérica, ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas, ya suma otra vez sus seis pétalos metálicos. Este fin de semana quedó montado el último elemento restaurado, cerrando una de las intervenciones más complejas en la historia reciente del espacio público porteño. El operativo de montaje culminó tras una travesía de más de 150 kilómetros que combinó navegación fluvial, transporte terrestre y maniobras de ingeniería poco frecuentes para el ámbito local.
El regreso del segundo pétalo, que partió desde una planta industrial en Baradero, completó la recuperación iniciada luego del fuerte temporal de diciembre de 2023. Aquella madrugada, un vendaval con ráfagas de hasta 137 kilómetros por hora dañó gravemente la estructura del monumento. El episodio dejó a la Floralis con menos estabilidad y llevó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a realizar estudios de ingeniería y lanzar una licitación para su reconstrucción.
Tras meses de planificación, el traslado de cada pétalo implicó un verdadero desafío logístico. El viaje comenzó en el norte bonaerense, en la planta donde se ejecutaron las reparaciones. Allí, el pétalo fue izado por grúas y colocado sobre un camión carretón adaptado a sus dimensiones. Desde Baradero, el recorrido siguió hasta el puerto local y, desde allí, en barcaza por el río Paraná y luego por el Río de la Plata, hasta llegar a la Ciudad. El último tramo, ya sobre tierra firme, abarcó calles porteñas y demandó operaciones precisas: cortes de cartelería, intervención sobre semáforos y señalética, movimientos de cables e incluso la construcción de caminos de madera en la plaza para soportar el peso del transporte especial.
Cada viaje requirió tres días consecutivos de trabajo intenso y coordinación entre organismos técnicos y de seguridad. El primer pétalo restaurado había retornado en octubre, marcando el inicio visible de la etapa final en la recuperación de la escultura. El segundo arribó este fin de semana, con su instalación sobre el tallo que da unión a los seis pétalos de la Floralis.
Diseñada y donada en 2002 por el arquitecto argentino Eduardo Catalano, la Floralis Genérica reúne seis pétalos de acero y aluminio con un peso total de 18 toneladas y una altura superior a los 20 metros. Su rasgo distintivo es la capacidad de abrirse y cerrarse mediante un sistema hidráulico, automatizado por células fotoeléctricas, que regula el movimiento en función de la luz diurna.


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