
RÉQUIEM PARA UN GUAPO
— 7 mayo, 2010 0 11Buenos Aires Sos.- Mayo 2010.- (Por Osvaldo Ardizzone).-
Empilchaba oscuro, de capa y yuguiyo,
biaba de shofica en la cara lisa…
En la zurda el dique de un zarzo con brillo,
en la boca, el faso le mató la risa.
Cuentan por la Boca, gente veterana,
que atendió la coima desde muy potrillo…
cuando guapos, chorros, taqueros y ranas,
tenían el pase p’al bufo y cuchillo…
Siempre tuvo minas y todas lecheras.
Algunas, de filo. Otras, de rrebato.
¡Sí lo vi en Palermo desde la primera
jugarse las latas al bolo de un dato…!
Nunca dio mancada, ni frente al estaño…
Ni fule ni en boya lo vieron en copas,
que, aquel que se mama -decía- entre extraños,
va en cana por lanza y a veces ni es ropa…
Pero, una noche, hace una semana,
en una compuerta con gente quinela,
dos o tres borregos,
batiendo…¡la cana!
entraron de apuro para hacer la tela.
Ni el más atrevido, sin saber quién era,
le avanzó de apuro con un cachetazo
y, aquella sonrisa, la que nadie viera,
la vio aquel borrego, cuando el viejo guapo.
EL VIEJO GUAPO se quedó sin fasos…
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