Buenos Aires SOS

Buenos Aires Sos.- Enero 2009.- (Por Gabriela Sharpe).- En el edificio de la ex Cervecería Munich, hoy se encuentra la Dirección de Museos de la ciudad, se lleva a cabo una interesante propuesta. A través de un recorrido fotográfico lleva al visitante a conocer o evocar los tiempos de esplendor del Balneario Municipal de la Costanera Sur.

Sòlo hay que pagar un peso para entrar y uno recorre ese pedazo de historia porteña. La costanera repleta de bañistas, hombres y mujeres dividos por la pérgola, se bañaban en Río de la Plata.

Esto demuestra que es una mentira aquello que dicen que Buenos Aires es una ciudad de espaldas al río. Lo disdrutó, pero no lo supieron cuidar aquellos que suelen tener intereses creados, y  llenan sus bolsillos a expensas de la gente.

Desde las mesas de este local  el espectáculo  debería ser ùnico, autos de època estacionados sobre la avenida, vestidos largos, sobreros y sombrillas para ellas.  Entre cerveza y cerveza las platicas , el cuchicheo y el murmullo de la sociedad porteña no hacía sombra a los movileros de hoy emitiendo palabras al vacio desde las playas argentinas.

El paseo vale la pena, es original , económico y poco convencional. Y se puede disfrutar del edificio que es una maravilla.

La historia de esta cervecería está ligada a los nombres de Ricardo Banús y el arquitecto Andrés Kalnay., que juntos decidieron encarar el proyecto de construir en las cercanías del Balneario Municipal una cervecería que evocara los locales cerveceros de la ciudad de Munich.

Se inaugura en 1927, siendo desde entonces uno de los paseos favoritos de los porteños. Los testimonios de la época indican que por allí pasaron Alfredo Palacios, Alfonsina Storni, Borges, Fangio,Oliverio Girondo, Bioy Casares, por sólo citar algunos de los personajes locales. A nivel internacional se sentaron en sus mesas el Príncipe de Gales y Antoine de Saint Exupery.

Desde lo  arquitectonico la idea principal fue hacer visible el edificio desde cualquier lugar del parque con su silueta en forma de piràmide. La construcción esta ornamentada en el exterior e interior con motivos alusivos a la tradicional cerveza alemana.

En el avance tecnológico tambíén la ¡Munich sobresalió por la extraordinaria capacidad de almacenamiento y refrigeración de cerveza, ya que la cámara ubicada en el sótano podía refrigerar hasta 50.000 litros . En este lugar, también, se ubicaron las instalaciones frigorificas, que en ese entonces eran las más grandes del país, a excepción de los grandes frigorificos para exportación.

El arquitecto Kalnay utilizó simbolos que remiten a la cultura de la ciudad de Munich. En el techo del salón interior están moldeados en yeso dos edificios emblemáticos de Munich: la Catedral y la Alcadía.

En la ornamentación se ve repetida la figura de un monje y una cabra, ambos se relacionan con el origen de la cerveza negra, ya que la historia cuenta que los monjes italianos de la orden de San Francisco de Paula en Baviera la utilizaban como sustituto de los alimentos durante los ayunos de Cuaresma , además la palabra bock (negra) en varios dialectros germánicos significa macho cabrío.

En los pisos del salón principal, el león representa el principado bávaro; el pequeño monje símbolo y escudo de la ciudad; el barco represetna el Río Isar que atraviesa Munich y, por último, el hombre vestido de levita y galera  mostrando un chopp representa a los pobladores ricos que asistían a distintos patios cerveceros.

A principios de la década de 1970 cerraba sus puertas esta cervecería  acompañando, de este modo, el abandono en que quedó la zona.

Luego de albergar al Museo de Telecomunicaciones,  fue restituido al Gobierno de la Ciudad en febrero de 2002, y destinado al Centro de Museos de Buenos Aires.