Buenos Aires SOS

Buenos Aires Sos (BAS).- Octubre 2008.- Estos fragmentos del ensayo «Borrando huellas», incluido en el libro La Cabeza de Goliat, publicado en 1940, no dejan de tener vigencia. Hacen referencia a la poca o nula importancia que los encargados de gobernar esta ciudad tienen hacía la historia porteña. Vale la pena releerlos, porque hoy sigue siendo tema de discusiones y tensión entre el ciudadano y los que ocupan la Jefatura de Gobierno.

«Buenos Aires ha avanzado borrando sus pasos…Ha hechado abajo, como quien cambia de muebles y de casa en épocas de prosperidad, su pasado, sus edificios públicos, el Fuerte, las casas de los patricios, y ahora mismo la parte de la Casa de Gobierno que estorbaba al Ministerio de Hacienda.  Era su pasado arquitectónico, que no valía nada arquitectónicamente, pero que tenía una gran significado histórico…

Todavía se han cometido sacrilegios mayores que el de la demolición, que es la muerte y el sepelio, con la mutilación. Ahí está todavía una parte del Cabildo…Ya la poda lo ha dejado sin vida…

Las ciudades con historia han considerado siempre como sagrados sus monumentos y ruinas. Cuando el tiempo trabaja sobre ellas se las considera reliquias.  La cárcel donde se dice que murió Sócrates y la estación ferroviaria de Astapovo, donde murió Tolstoi, así son más grandes que demoliéndolas para construir en su lugar un rascacielos…El pasado es la unidad ciudadana, y aquellas enseñas arqueológicas dicen más al transeúnte que las prédicas del político y las protestas de grandeza en las fiestas oficiales…

Cualquiera sea el edificio herido por la piqueta, una demolición es siempre un atropello…

¿Qué significa para nosotros este trabajo de deshacer en procura de la grandeza espectacular? ¿Acaso no hay cosas importantísimas que ni siquiera hemos coamenzado?…» (Borrando Huellas, Ezequiel Martínez Estrada)