Buenos Aires SOS

Buenos Aires Sos.- 8 de mayo de 2010.- (Por Gabriela Sharpe).- Se puede toma la avenida 9 de julio, como ejemplo, de que la mayoría de las veces se comienza a embellecer a la ciudad por su zona norte.

Si se toma al Obelisco, como una línea imaginaria y caprichosa, que divida esa avenida en norte y sur, se puede apreciar , que desde Viamonte hasta Libertador, la iluminaria que se colocó, en estos últimos meses es, realmente, espectacular.  No queda un rincón de la avenida ni de sus plazoletas en la penumbra. Ojalá que esto continue hacia el sur,  Mientras que el norte se embellece, el sur espera, lleno de paciencia y, las más de las veces, con resignación.

Para el norte todo el brillo, mientras que el sur sigue siendo una boca de lobo.

Está avenida, que comenzó a construirse en abril de 1937, como culminación de 50 años de espera, ya que la Ley 8855, de 1912 sancionó la construcción de lo que en ese momento se denominó la Avenida Norte-Sur, y si seguimos remontándonos en el tiempo, su primer proyecto fue votado por el Concjo Deliberante en 1894.  Se puede concluir que es una construcción más, típica de nuestra ciudad. No es la primera ni será la última que los funcionarios se toman su tiempo para la realización de obras.

En tan sólo cuatro meses se demolieron cinco manzanas; los operarios trabajaron día y noche, siendo trasladados los escombros a la Costanera Norte para su relleno. En abril de 1937, el intendente Mariano de Vedia y Mitre inauguró el primer tramo, comprendido entre las calles Bartolomé Mitre y Tucumán. Los tramos que abarcaron hasta Santa fe e Independencia se realizaron en 1960 y a partir de 1975 los últimos: hasta Caseros y Libertador, respectivamente.

Sólo tres edificios no fueron demolidos: la iglesia Inmaculado Corazón de María, en Constitución; el ex Ministerio de Obras Públicas, actualmente Ministerio de Desarrollo Social y el palacio de la familia Otrtíz Basualdo, sede de la Embajada de Francia.

Por último, hay que reconocer que el orgullo porteño se siente herido , ya que siempre se ufanó de tener la avenida más ancha del mundo, dignisimos esos 140 metros de ancho, que lo hacían sentir, por un momento, que en algo superaba al mundo, pero hace unos años el libro Guinness puso de manifiesto que la más ancha del mundo, con 250 metros, queda, nada menos que en Brasil, y se trata del Eje Monumental de Brasilia.