Buenos Aires SOS

(Por Maristella Svampa) Anoche participamos de La noche de La filosofía. A las 20h habíamos acordado leer la declaración que firmamos 15 de los conferencistas, junto con la gente de Telam, que vendría especialmente para ello. Subimos al àgora, cuarto piso, aprovechando que Diego singer, uno de los firmantes de nuestra declaración, tenía pautado el espacio en ese momento.

Pero ahi todo se enrareció. Ibamos a leer el documento con Ezequiel Adamovsky, pero teníamos micrófonos sin sonido. El sonidista lo abrió solo en el momento en que le pasamos el micro a Diego Singer, quien entonces leyó la declaración colectiva. Cuando terminó y pasamos el micrófono a la gente de Telam, habían cortado el sonido. No lo podíamos creer; tremenda metáfora: estábamos en el «ágora del diálogo» en la noche del pensamiento,y nos privaban de la palabra… «Son órdenes» contestaba maquinalmente el sonidista, ante nuestra indignación y reclamo. Al final, algo pasó, unos minutos mas tarde, y volvió el sonido. La gente de Télam que ya había empezado a hablar, tomó el micrófono, cuyo bajo volumen contrastaba de modo evidente con los altos decibeles de las ágoras vecinas… Como dijo otra de las participantes, «Cerrar el micrófono, más rústicos no podían ser».

Creo que hicimos bien en ir. Buscamos utilizar un lugar público en espacio de contestación. Los despedidos de Telam estuvieron presentes en varias de las charlas y cuando leímos la declaración -eso hice yo en mi conferencia, como lo hicieron Esteban Buch y otros- la gente aplaudió a rabiar, antes y despues, en evidente rechazo a la política de discriminación ideológica y de vaciamiento de los medios públicos.

*Socióloga y filósofa. Participante en la Noche de la Filosofía