Buenos Aires SOS

Buenos Aires SOS.- 2 de noviembre de 2011.- La cantante Nelly Omar, que cumplió  100 años en septiembre pasado, y se presentará el viernes 11 de noviembre en el estadio Luna Park, aseguró hoy que, a pesar de su longevidad artística, sufre «un enorme susto» cada vez que se sube a un escenario.
«Cuando subo al escenario todavía sufro un susto bárbaro. Eso no ha cambiado. Cada concierto es un nuevo comienzo», expresó Omar, heredera de una estirpe de cantantes populares donde aparecen nombres como los de Tita Merello, Azucena Maizani, Libertad Lamarque y Ada Falcón.

La cantante nacida en la ciudad bonaerense de Guaminí, que cumplió los 100 años el 10 de septiembre pasado, festejará su centenario el viernes 11 en el estadio Luna Park en un concierto titulado «100 años de vida y de canto».

La acompañarán Juan Carlos Copes y su ballet, más un colectivo de payadores conformado por Jorge Soccodato, Hugo Gabotto, Alberto Smith, Carlos Sferra, Cristian Méndez y Héctor Crubelier. El locutor Jorge «Cacho» Fontana oficiará como presentador.

«Yo no sé si hice tanto como para merecer el afecto y la retribución que me han dado. No soy de esos artistas que han podido viajar por el mundo con su música. Por eso me siento orgullosa y agradecida», expresó Omar.

La cantora, cuyo nombre real es Nilda Elvira Vattuone, afirmó que lo que ha logrado como artista se debe «a lo aprendido al lado de tantos músicos talentosos» que conoció.

«Sé que al público le transmito algo», evaluó. Y agregó: «Homero Manzi me decía que yo traía con mi voz los abrojos del campo a la ciudad. A esta altura debo decir que me he convertido en una porteña».

«Conocí a muchos artistas que han sido generosos conmigo. Por eso estoy agradecida de mis 100 años, que vivo con mucha frescura», apuntó.

La voz de Nelly Omar está asociada a las melodías de algunas canciones consagradas del patrimonio cultural argentino como «Desde el alma», «Amar y callar», «El adiós de Gabino Ezeiza», «Del tiempo de la morocha» y «Manoblanca», entre muchos otros registros.