«El cuerpo se podía ver desde la orilla»

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El hallazgo de un cadáver fue 300 metros río arriba del lugar donde desapareció Santiago Maldonado durante la represión de Gendarmería a mapuches en Cushamen hace 79 días. Según testigos del operativo, estaba flotando enganchado en unas ramas, visible desde la costa. El lugar ya había sido recorrido varias veces. Por eso aseguran que habría sido “plantado”. Si bien aún no fue identificado oficialmente, el cuerpo llevaba ropas similares a las que vestía Santiago y tenía rastas en el pelo. Organismos de DDHH convocaron a una marcha esta tarde.

Eran las 13:30 de ayer cuando el juez Gustavo Lleral, sus secretarios, buzos de Prefectura Naval, bomberos, y perros adiestrados especialmente para hallar restos humanos debajo del agua, encontraron un cuerpo con ropa celeste y rastas en el pelo. Estaban a unos 300 metros río arriba de donde se produjo el operativo represivo de Gendarmería Nacional al mando del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Pablo Noceti, en la Pu Lof en Resistencia Cushamen, cuando desapareció Santiago Maldonado entre las 11:30  y las 12:30 del 1 de agosto.

El juez había llegado a un acuerdo con la comunidad para completar este nuevo rastrillaje e investigar si Santiago estaba en el río.

Del operativo de ayer participaron Sergio Maldonado (hermano), su mujer Andrea, y la abogada de la familia, Verónica Heredia. Además actuaron como garantes miembros de una de las querellas encabezada por Julio Saquero y Mabel Sánchez, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). También estuvieron presentes Soraya Maicoño, Matías Santana y Fernando Jones Huala de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia, de Cushamen.

Según narró uno de los testigos del rastrillaje, “el cuerpo fue plantado entre 50 y 70 metros en línea recta a la casilla de vigilancia, y se podía ver desde la orilla. Fue un momento muy doloroso para todos. Los hermanos de la comunidad lloraban, la familia igual, no sabíamos qué hacer. Tanto que Sergio Maldonado se subió a una loma y grito: ´No puedo ser, son unos hijos de puta, es muy evidente, se ve desde acá’

Lo propio contó Mabel Sánchez de la APDH: “Hemos vivido una jornada muy terrible, por dolorosa, estuvimos allí con Julio (Saquero) desde las 8 hasta recién. Hemos presenciado todo ante nuestros ojos y a los ojos de Verónica Heredia, la abogada de la familia, que estaba presente, Sergio (Maldonado) y  (su esposa) Andrea, y la gente de la comunidad. Es implantado, totalmente… Es una escenografía. Ahora, lo que les quiero decir, es que gracias a que pudo volar Alejandro Incháurregui, el forense que conforma el equipo de la familia, que llegó en un vuelo privado y con las últimas horas de luz del día pudo corroborar la escena. Él fue el que dirigió el levantamiento del cuerpo del río. El cuerpo estaba flotando a la altura de la casa de vigilancia de la comunidad en línea recta. Es un lugar que siempre se visita, que siempre se recorre, y ese cuerpo estaba ahí flotando en un lugar no de tanta corriente, pero sí en unas ramas, no enmarañado, estaba muy a la vista. Cuando uno miraba en línea recta lo podía ver. Lo encuentra un buzo que había recorrido unos tres kilómetros. Yo estaba del otro lado del río cuando nos avisan que teníamos que cruzar de nuevo con el bote. Así que desde las 13:30 hasta las 21 estuvimos vigilando la escena para que no se alterara nada, y luego cuando llega Alejandro se hace el levantamiento del cuerpo, se reconoce ya antes de subir a la ambulancia un reconocimiento ligero, que se trata de un cuerpo humano, que estaba boca abajo, y la familia partió rumbo a Esquel”.

En otros medios: La última foto de Santiago Maldonado

El comunicado de la familia Maldonado dice: “En relación al cuerpo encontrado en el día de ayer en la comunidad Pu Lof Cushamen, la familia quiere destacar que el hallazgo se produjo en una zona del río que ya había sido rastrillada en tres oportunidades. Hasta que no se realicen las pericias pertinentes no es posible establecer la identidad ni las causas de la muerte. Pedimos por favor que se respete el difícil momento que estamos viviendo”.

A última hora, el juez Lleral afirmó que “es un cuerpo masculino, por la ropa podría ser la que fue descripta, celeste o azulado, de la que hablaron algunos testigos. Es un impacto muy fuerte, y muy triste, si es Santiago Maldonado”.

Según pudo saber Nuestras Voces la autopsia se realizaría en la Morgue que depende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la Ciudad de Buenos Aires y contará con la participación de los especialistas del Cuerpo Argentino de Antropología Forense, quienes arribaron a  Esquel y de allí partirían a la Capital.

En tanto, anoche llegó al lugar, el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, cuya presencia fue rechazada por un grupo de manifestantes y su auto apedreado.

En las próximas horas será fundamental para la causa precisar la identidad del cuerpo hallado en el río Chubut, la data de muerte y la mecánica del hecho. Es decir: quién es, cuánto hace que falleció y de qué forma. Si se tratara de Santiago Maldonado el Estado deberá responder por qué fue encontrado en el mismo lugar rastrillado en cuatro oportunidades desde el 1 de agosto hace casi 80 días.

El Estado y sus funcionarios, la ministra de Seguridad, Patricia Bulrrich y su segundo, Pablo Noceti, son los mayores cuestionados por este hecho de gravedad institucional, que produjo la reacción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la repulsa mundial por el llamativo encubrimiento y la narrativa sistemática de la negación.

En agosto al desaparecer Santiago, el río tenía una profundidad de entre un metro treinta y un metro cuarenta centímetros. Y una temperatura exterior de entre 15 y 18 grados bajo cero. Tal como narró su hermano Germán hace más de 70 días en una nota de este mismo portal, Santiago no sabía nadar, y varios miembros de la comunidad mapuche han dicho a este cronista que “es imposible que haya cruzado el río”, como sostuvo el gobierno hasta último momento. Incluso la presunta “información” de Elisa Carrió de que Santiago estaba en Chile quedaría en el limbo de la nada con este dramático acontecimiento previo a las elecciones.

Ahora la temperatura del río se elevó por el deshielo y en los últimos tres días el caudal creció hasta una profundidad de dos metros de un color oscuro por la cantidad sauces. ¿Es posible que el cuerpo haya sido plantado río arriba? Sí. Porque en los anteriores allanamientos no se halló nada y el lugar fue totalmente controlado por fuerzas federales durante muchas horas. ¿A quién le conviene que el cuerpo aparezca dentro de la Lof? Al gobierno.

El periodismo oficialista está culpando “a los mapuches y al kirchnerismo” en estas horas de desguace de las garantías constitucionales con una profusión inocultable de odio. Este cronista pudo saber que anoche un ministro nacional llamaba a sus “periodistas amigos” para decirles que “el cuerpo fue plantado por la comunidad mapuche en el río Chubut”.

Al cierre de esta nota, altas fuentes judiciales y policiales, dijeron que el cuerpo encontrado sería de Santiago Maldonado, pero no hubo confirmación oficial al respecto.

Se especuló que el juez Lleral haría una conferencia de prensa, pero no se produjo. Sí hubo declaraciones de circunstancia que evidencian el terror y la angustia de estos momentos, que recuerdan circunstancias muy oscuras de la historia argentina.

El dato indubitable es que Santiago Maldonado desapareció durante un operativo represivo de la Gendarmería Nacional con la ruta 40  despejada. Que el subalférez Emmanuel Echazú redactó el acta y terminó el escrito a las 16:30  del 1 de agosto con una fractura de pómulo derecho y graves lesiones en el maxilar. Que a pesar de ello se ocupó de aclarar que no habían usado “armas letales” y que dos gendarmes (él incluido junto al cabo Víctor Yáñez) habían sido heridos fuera de la Pu Lof, cuando en verdad fueron heridos dentro, según evidencian las testimoniales de sus propios compañeros de Gendarmería.

Tres colegas de Echazú lo desmintieron en el expediente y su rol en el operativo tiene todas las características de una trama siniestra. La camioneta en la que se trasladó después recorrió más de 600 kilómetros hasta llegar a destino. Y su jefe directo en el destacamento de El Bolsón, el comandante Fabián Méndez, tuvo una repentina indisposición estomacal en plena redada (¿sabía de la desaparición de Santiago en ese instante?) y anduvo 40 kilómetros para ir al baño en vez de concurrir a la subcomisaría de Leleque, frente a la estancia de Luciano Benetton, donde hasta la Policía de Chubut es empleada del magnate italiano.

De avanzar en la trama del encubrimiento, el juez Lleral deberá resolver dos cuestiones candentes: el rol de Noceti y del subjefe del destacamento de Esquel, Juan Pablo Escola, “un tropero” con predicamento en los hombres que entraron a la Lof a fuego.

Son horas decisivas para el esclarecimiento de la desaparición de Santiago Maldonado en Cushamen. Junto a Echazú hay al menos otros seis gendarmes ubicados en la vera del río Chubut en el momento del hecho. El análisis de los 70 teléfonos de los gendarmes que actuaron en la escena, peritados por la Federal, y hasta los videos grabados por las mujeres y los hombres de verde demuestran que tenían muchos motivos para ocultar pruebas. Entre ellas, una imagen de Santiago Maldonado en la casilla de vigilancia de la Pu Lof, difundida hoy por el diario Página/12, que revela que el joven de 28 años estuvo allí la mañana del 1 de agosto (tal como dijeron los testigos mapuches) con la ropa que le prestó Matías Santana antes del ingreso ilegal de Gendarmería sin delito en flagrancia.

Echazú volvió del río con la cara ensangrentada hasta el uniforme y una escopeta calibre 12/70 en la mano que puede cargar postas de goma y de plomo. Lo acompañaron otros gendarmes con la mirada extraviada y una suma de vehículos cerca del río: un eurocargo, una camioneta y un unimog.

La autopsia será clave para determinar no sólo la identidad del cuerpo encontrado, sino también cómo se produjo la muerte, qué tipo de heridas tiene, cuándo murió y con qué metodología.

Antes del rastrillaje de ayer hubo tres enormes operativos ordenados por el juez federal de Esquel, Guido Otranto, quien ya no lleva adelante la causa. El último se completó el 18 de septiembre con la utilización de más de 300 efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) y la Prefectura Naval, que bajaron en helicópteros artillados y precintaron durante 12 horas con temperaturas bajo cero a familias de la comunidad mapuche-tehuelche de Vuelta del Río, vecinos de la Lof.

En esa oportunidad el juez Otranto prohibió el acceso al allanamiento a la familia Maldonado y las querellas y extendió la cacería bochornosa contra el pueblo mapuche. Suceso que motivó la posterior toma pacífica del Juzgado por parte de la comunidad Vuelta del Río y la decisión final de la Cámara de Comodoro Rivadavia, que apartó a Otranto del expediente.

Sin embargo, Otranto aceptó la denuncia de Gendarmería contra el testigo clave Matías Santana, quien estuvo 12 horas esposado con la cara en la tierra. ¿De qué lo acusan? De arrojar una piedra al mayor sospechoso, el subalférez Emmanuel Echazú.

Hay un testigo que todavía no declaró en la causa. Dice que no tiene garantías. Pero asegura que vio el rostro del hombre que persiguió a Santiago hasta el río. Quizás rompa el silencio frente a tanta tristeza. Silencio que los gendarmes y el gobierno han transformado en una tortura infinita para la familia Maldonado.-

(Por Juan Alonso)

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